Estuvo el 16 de septiembre en la sala Neu! Club, con motivo de la presentación del festival Tanned Tin Castelló. El evento le servía también para promocionar su penúltimo disco, “North Star Deserter”, que salió a la venta en el 2007, aunque la mayoría de las canciones formaban parte de su nuevo álbum, “Dark Developments”.
El concierto no fue espectacular, la más conocida como sala Galileo no estaba llena y no estábamos especialmente mentalizados para el acto. Pero desde el primer momento hipnotizó al público, con su extraño folklore norteamericano y su peculiar sentido del humor. No fue el mejor concierto del año, pero desde luego no decepcionó. Este extraño hombre, con su peculiar sombrero y su particular forma de tocar la guitarra y cantar, deleitó al público con todo tipo de canciones, graciosas, terribles, incomprensibles y poéticas. Muchos le llaman el ‘Bob Dylan’ de esta generación, mezclado con Leonard Cohen. Pero a pesar de sus similitudes, Chesnutt conserva un estilo único, combinando la sencillez del folklore con una lírica y unos sonidos preciosos a la vez que inquietantes, mezclando melodía con distorsiones, sonidos eléctricos, y una de las voces más emotivas del rock underground. En momentos echa la cabeza hacia arriba y lanza unos aullidos melódicos terribles y hermosos, que parecen surgidos directamente de sus entrañas.
Michael Stipe, el cantante de REM, lo descubrió allá a principios de los ’90. Ya llevaba 5 años cantando en Atenas, Georgia (EEUU), y algunos más postrado en una silla de ruedas a causa de un accidente de coche. Tenía 18 años cuando se quedó parapléjico, pero no tardó en darse cuenta de que aún podía tocar la guitarra, a su manera. Desde entonces ha publicado 10 discos y se ha convertido en uno de los referentes musicales más importantes y admirados de nuestra generación. No tiene el éxito comercial de grupos como REM, pero si llegó a tener un marcado prestigio a raíz del álbum “Sweet Relief II: gravity of the situation”, un tributo a las canciones de Chesnutt con grupos como Garbage, The Smashing Pumpkins, Madonna y REM.
En sus canciones incluye también aspectos biográficos, como sus problemas con el alcohol, el uso medicinal de la marihuana, que afirma usar para paliar sus problemas físicos, y su condición de cleptómano reconocido. Algunas están basadas, según comentó durante el concierto, en breves anécdotas de su infancia, como “The boy with the aubergine eye” (El chico con el ojo de berenjena), que afirma haber escrito recordando a un niño que pasó delante de su casa en una ocasión con el ojo morado. No es fácil explicar sus canciones, pero tampoco hace falta.
miércoles, 22 de octubre de 2008
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