J. J. Cale: un artista en la sombra

Muchos pueden pensar que la historia de la música la conforman una serie de grupos y personas que han tenido una gran repercusión, musical o no, y que han permanecido en la memoria. Sin embargo, nada aparece de un día para otro, ni desaparece tampoco. Y son muchos los que han contribuido igualmente a la evolución de la música (y de otras actividades artísticas) y que sin embargo se han mantenido escondidos, voluntariamente o no, algunas veces incluso siendo lamentablemente olvidados.

No es el caso de J. J. Cale, uno de los “bluesman” (por llamarlo de alguna manera) más influyentes de la música norteamericana. Pero su aversión a la fama, a los grandes tours e incluso a grabar demasiados discos seguidos, le han obligado o permitido, según se mire, permanecer en la sombra, viviendo de su música tranquilamente, y, con el tiempo, convertirse en un músico de culto.

Su influencia destaca o se puede apreciar más claramente en otra de las figuras más relevantes del panorama musical contemporáneo: Eric Clapton. De hecho, algunas de las canciones más conocidas de ‘Mano lenta’, como ‘Cocaine’ y ‘After Midnight’ fueron en realidad escritas, compuestas e incluso grabadas originalmente por Cale, aunque no llegaron a tener la repercusión que luego tendrían con Clapton. Pero también se puede apreciar el toque de JJ Cale en una gran cantidad y variedad de músicos, muchos de los cuales han grabado canciones suyas y le han rendido tributo en numerosas ocasiones. Entre ellos podemos encontrar a Mark Knopfler, Neil Young, Bryan Ferry, Lynyrd Skynyrd y muchos otros.

La contribución de Cale no ha sido siempre ignorada. Ha tenido momentos en los que audiencias y fans lo han tenido en gran estima, y siguen teniéndolo. Y ahora, después de ganar un premio Grammy en el 2008 al ‘Mejor álbum de Blues Contemporáneo’ por ‘The Road to Escondido’, vuelve a estar en los oídos de la gente. Su música está siendo revitalizada por una gran audiencia nueva, amante de su estilo que combina blues, country y folklore norteamericano. A esta revitalización de su música contribuyó también el documental del 2006, ‘To Tulsa and Back: on Tour with JJ Cale’.

JJ Cale lleva 35 años tocando la guitarra (entre otros) y cantando. Comenzó con el álbum ‘Naturally’, después de algunos intentos fallidos de crear grupos. Desde entonces ha publicado 14 álbumes con su peculiar estilo, que se bautizó en inglés como “laid back”, algo así como echado hacia atrás, y sus letras corrosivas e inteligentes. Muchos lo han encumbrado como el creador del “sonido de Tulsa”, ciudad del Estado de Oklahoma, donde nació hace 70 años.

Guns N' Roses: Chinese Democracy

Después de 10 años de promesas, el grupo de hard rock creado en 1985 finalmente cumplirá el próximo 23 de noviembre con el lanzamiento oficial del disco “Chinese Democracy” a nivel mundial. El grupo, hito del rock en los ’90 con los discos “Appetite for destruction”, “Use your illusion I / II” y canciones como “Sweet Child of mine”, “Welcome to the jungle”, y “Patience”, ha confirmado ya la lista de canciones del nuevo álbum, 15 años después del lanzamiento de su último disco, “The Spaghetti Incident”.
La polémica ha rodeado durante años este disco y el estilo de vida del cantante del grupo, Axl Rose, el único componente del conjunto original formado en 1985. Desde entonces hasta hoy, han sido varios los miembros que han entrado y salido del grupo. Destaca entre ellos el guitarrista Splash, que abandonó la formación por diferencias creativas, en concreto relacionadas con este nuevo disco.
Algunas de las nuevas canciones han sido ya estrenadas en el videojuego “Rock Band 2” (“Shackler’s revenge) y la película “Body of lies”, con Leonardo DiCaprio y Russell Crowe (“If the World”).

Vic Chesnutt: el cantante de la silla de ruedas

Estuvo el 16 de septiembre en la sala Neu! Club, con motivo de la presentación del festival Tanned Tin Castelló. El evento le servía también para promocionar su penúltimo disco, “North Star Deserter”, que salió a la venta en el 2007, aunque la mayoría de las canciones formaban parte de su nuevo álbum, “Dark Developments”.

El concierto no fue espectacular, la más conocida como sala Galileo no estaba llena y no estábamos especialmente mentalizados para el acto. Pero desde el primer momento hipnotizó al público, con su extraño folklore norteamericano y su peculiar sentido del humor. No fue el mejor concierto del año, pero desde luego no decepcionó. Este extraño hombre, con su peculiar sombrero y su particular forma de tocar la guitarra y cantar, deleitó al público con todo tipo de canciones, graciosas, terribles, incomprensibles y poéticas. Muchos le llaman el ‘Bob Dylan’ de esta generación, mezclado con Leonard Cohen. Pero a pesar de sus similitudes, Chesnutt conserva un estilo único, combinando la sencillez del folklore con una lírica y unos sonidos preciosos a la vez que inquietantes, mezclando melodía con distorsiones, sonidos eléctricos, y una de las voces más emotivas del rock underground. En momentos echa la cabeza hacia arriba y lanza unos aullidos melódicos terribles y hermosos, que parecen surgidos directamente de sus entrañas.

Michael Stipe, el cantante de REM, lo descubrió allá a principios de los ’90. Ya llevaba 5 años cantando en Atenas, Georgia (EEUU), y algunos más postrado en una silla de ruedas a causa de un accidente de coche. Tenía 18 años cuando se quedó parapléjico, pero no tardó en darse cuenta de que aún podía tocar la guitarra, a su manera. Desde entonces ha publicado 10 discos y se ha convertido en uno de los referentes musicales más importantes y admirados de nuestra generación. No tiene el éxito comercial de grupos como REM, pero si llegó a tener un marcado prestigio a raíz del álbum “Sweet Relief II: gravity of the situation”, un tributo a las canciones de Chesnutt con grupos como Garbage, The Smashing Pumpkins, Madonna y REM.

En sus canciones incluye también aspectos biográficos, como sus problemas con el alcohol, el uso medicinal de la marihuana, que afirma usar para paliar sus problemas físicos, y su condición de cleptómano reconocido. Algunas están basadas, según comentó durante el concierto, en breves anécdotas de su infancia, como “The boy with the aubergine eye” (El chico con el ojo de berenjena), que afirma haber escrito recordando a un niño que pasó delante de su casa en una ocasión con el ojo morado. No es fácil explicar sus canciones, pero tampoco hace falta.